Por León Iniesta; Fiscalista.
Es importante realizar una planificación para alcanzar los objetivos financieros, como un proceso continuo que ayude en la toma de decisiones razonables sobre el uso del dinero, esto permite tener mayores elementos de juicio a la hora de elegir y tomar una decisión
Una planificación financiera sólida proporciona un "colchón" de seguridad para enfrentar imprevistos y situaciones adversas. Al considerar una reserva de emergencias y un plan establecido, podemos hacer frente a eventos inesperados como enfermedades, accidentes, pérdida de empleo o desastres naturales sin poner en riesgo nuestra estabilidad financiera.
2. Alcanzar metas a largo plazo:
La planificación financiera a largo plazo nos ayuda a establecer objetivos claros y medibles para el futuro. Al planificar y administrar adecuadamente nuestros recursos, estaremos más cerca de alcanzar esas metas finacieras planeadas.
3. Reducción de estrés y ansiedad:
La incertidumbre financiera puede generar estrés. Cuando no tenemos un plan financiero claro, nos enfrentamos a la ansiedad sobre cómo hacer frente a nuestros pasivos, y ahorrar para el futuro. La planificación financiera proporciona un sentido de control sobre nuestras finanzas y nos permite tomar decisiones informadas para enfrentar el futuro con más calma y confianza.
4. Aprovechamiento del interés compuesto:
Uno de los mayores beneficios de la planificación financiera a largo plazo es la capacidad de aprovechar el rendimiento del interés compuesto. Al ahorrar e invertir durante períodos prolongados, nuestros activos pueden crecer exponencialmente a lo largo del tiempo. El interés compuesto nos permite ganar intereses sobre los intereses ganados anteriormente, lo que acelera el crecimiento de nuestro patrimonio.
5. Optimización de impuestos:
Con una planificación financiera adecuada, podemos estructurar nuestras inversiones y gastos de manera que optimicemos nuestra carga fiscal. Existen estrategias fiscales legales que nos permiten reducir los impuestos por pagar, lo que puede liberar más recursos para ahorrar o invertir, potencialmente acelerando nuestro progreso financiero.
Marketing con Influencers... ¿Le conviene al negocio?
Los influencers tomaron relevancia con la aparición de las redes sociales, pero su punto de popularidad más grande surge con la llegada de YouTube y la posibilidad de monetizar su contenido para poder alcanzar un lucro.
Mercado amplio: Es importante que antes de optar por este tipo de marketing realices un análisis de las variables para hacer más rentable tu estrategia. Por ejemplo, si eres una pequeña empresa local que no tiene la capacidad operativa para producir en grandes masas y exportar, no tiene sentido que gastes todo tu presupuesto en contratar a un influencer nacional o internacional porque las características de tu empresa no podrán cubrir las necesidades de los potenciales clientes.
Puedes pagar en especie: Puedes colaborar con el influencer sin necesidad de pagar un solo peso, simplemente con un intercambio de mercancía por mención o publicación.
Genera conversación en las redes sociales: Si tienes una marca poco conocida en cierto lugar, el marketing de influencers te ayudará a que vayan conociendo tu marca y tus productos. Independientemente de que te compren o no, te puede ayudar a posicionar el nombre de tu marca en cierto segmento de mercado.
Reputación y prestigio: Si un influencer que representa un estilo de vida de lujo utiliza tu producto o servicio, tu marca será considerada como de lujo por los seguidores de ese influencer.
Aumenta el tráfico de tu página web: Esto especialmente si diseñas la campaña con un flujo adecuado
Segmento de mercado con alto poder adquisitivo: Los influencers suelen ser seguidos por personas que están dispuestas a invertir en tener el mismo estilo de vida del influencer. Por ello, si consideran tu producto o servicio como necesario para parecerse no tendrán duda en comprarlo.
Retorno de inversión grande: Si se diseña bien una campaña se puede lograr un amplio ROI de la campaña sobre todo si la colaboración fue en especie.
No es para todas las empresas: Este tipo de marketing es una especie de marketing de respuesta directa por lo que no existe un proceso de educación del lead, si tu marca es poco conocida y la colaboración es esporádica, realmente será una inversión tirada a la basura.
No existe proceso de fidelización con tu marca: Recuerda que la fidelización es con el influencer, no con tu empresa, así que si el influencer promociona un producto o servicio específico de tu empresa es poco probable que consuman otro producto o servicio.
Se víncula tu marca con el influencer: Esto puede sonar como positivo, pero si el influencer es "rechazado" por alguna razón en las redes sociales, probablemente tu marca será “rechazada” también porque se relacionará con la persona y sus actitudes. Una colaboración puede ser suficiente para asociar tu marca con un influencer.
El influencer puede hacer uso incorrecto de la marca: En muchas ocasiones el influencer no se compromete con la marca y puede decir o hacer algo que en vez de generar una imagen positiva al exterior sea una negativa.
No son alianzas duraderas: La popularidad de las redes sociales varía dependiendo de las circunstancias, por ejemplo, entre 2015 – 2019 la red social más popular era YouTube mientras que en 2020 la red social más popular es TikTok.
No es garantía de éxito: Muchas veces la popularidad del influencer es tan grande que opaca tu producto o servicio, así que tienes que asegurarte que eso no ocurra a través de una buena investigación de mercado.
Puedes llegar a leads no calificados: Aunque un influencer tenga 100 mil seguidores, 80 mil seguidores pueden ser de otros continentes o países. Por eso tienes que revisar el número de likes y el nivel de engagement antes de hacer una colaboración con algún influencer.
Definitivamente no consideraría a un "influencer" para generar marketing sobre mi marca por diversos factores, además existen estrategias fiscales que permiten hacer deducible el gasto por publicidad lo que al final le conviene a la organización. ¿Y tú? ¿Lo considerarías?